Sindicato Nacional De Trabajadors De La Ducación, La Ciencia Y Del Deporte
Autoras: MsC. Mirella Suárez Ortega
MsC. Gertrudis Simón Pineda
Lic. Martha B. Batista Ramírez
“Dígase hombre y ya se dicen todos los derechos”.
José Martí, OC. T. 2. p.98.
En el ideario del Héroe Nacional José Martí, insigne revolucionario cubano, gestor y organizador de la guerra independentista contra el colonialismo español, sobresalen acertadas y avanzadas concepciones sobre el ser humano y la educación. La prédica martiana, caracterizada por el culto a la dignidad y a la libertad plenas del hombre, ha influido extraordinariamente en la construcción de la identidad y del pensamiento del pueblo cubano.
Al valorar la situación existente en Cuba antes del triunfo de la Revolución, hecho trascendental que ocurrió el 1º. de enero de 1959, es necesario reflexionar sobre el estado de la educación y los derechos humanos en el país; época que fue caracterizada admirablemente por Fidel Castro Ruz, líder de la Revolución cubana, en su autodefensa conocida como la “Historia me absolverá”, en ocasión del juicio a que fue sometido tras el asalto al cuartel Moncada efectuado en contra de la tiranía, en 1953, acción que fue ejecutada por los jóvenes de la Generación del Centenario, denominada así como tributo a los cien años del nacimiento de José Martí.
En la citada autodefensa, se refirió a los treinta mil maestros y profesores maltratados, la existencia en el país de sólo seis escuelas industriales cuyos graduados salían sin tener dónde emplearse; las escuelas públicas del campo a las que asistían los niños descalzos, semidesnudos y desnutridos, menos de la mitad de los niños en edad escolar. Es evidente que el estado de la educación imperante era caótico, a esto es preciso añadir la alta cifra de analfabetos que existía en el país.
Desde los inicios del proceso revolucionario cubano, en 1959, se adoptaron medidas para erradicar las injusticias, miserias y desamparo, heredadas de los gobiernos anteriores e inspiradas en el principio reivindicador de los derechos del ser humano, resumido magistralmente por Martí cuando señaló: “dígase hombre y ya se dicen todos los derechos”.[1]
Para enfrentar las grandes transformaciones emprendidas, se concibió como punto de partida erradicar el analfabetismo mediante la Campaña Nacional de Alfabetización que materializó el postulado martiano que expresa: “Al venir a la tierra, todo hombre tiene derecho a que se le eduque, y después, en pago, el deber de contribuir a la educación de los demás”.[2] Fue la Campaña Nacional de Alfabetización la que sentó las bases para alcanzar los resultados que exhibe hoy la educación cubana.
La creación de un sistema educacional, en continuo perfeccionamiento responde al principio de que “nada es más importante que un niño”, formulado reiteradamente por el Comandante en Jefe, Fidel Castro Ruz e ilustra las acciones emprendidas a favor de los derechos de la niñez y la juventud. Este principio se ha integrado al patrimonio ideológico de nuestro pueblo y determina la prioridad de la atención que se concede a la niñez en nuestra sociedad.
En 1989, la Asamblea General de la ONU adoptó y ratificó en su Resolución 44/25, la Convención sobre los Derechos del Niño, que entró en vigor en septiembre de 1990; Cuba es uno de los Estados Parte de esta Convención; esta tuvo como antecedente la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la que ha tenido en nuestro país un defensor invaluable.
En el Preámbulo de la Convención sobre los Derechos del Niño, se expresa: “… que el niño debe estar plenamente preparado para una vida independiente en sociedad y ser educado en el espíritu de los ideales proclamados en la Carta de las Naciones Unidas y en particular, en un espíritu de paz, dignidad, tolerancia, libertad, igualdad y solidaridad”.
Este enfoque de la Convención se corresponde plenamente con las directrices que norman el sistema educacional cubano en su amplio espectro, desde la primera infancia hasta el nivel universitario, que se traduce en un eje transversal presente en los planes y programas de todos los subsistemas. La escolarización obligatoria de los niños hasta el noveno grado permite la atención, formación y desarrollo de los valores enunciados en el documento de referencia, entre otros propios de nuestra idiosincrasia.
Al reflexionar sobre la deserción escolar en Cuba es necesario tener presente que esta es mínima, pues existen medidas legales que aparecen refrendadas en la Constitución de la República, que penaliza a los padres que obstaculizan la asistencia regular de los niños a los centros educacionales.
Es innegable la correspondencia entre los postulados de la Convención y los principios de la política institucional cubana con respecto a la atención preferencial y esmerada de la niñez, baste citar por ejemplo, el PAMI (Programa de Atención Materno Infantil), que es la estrategia cubana de salud para garantizar la supervivencia de cada niño, desde su llegada al seno materno.
La instauración del Sistema Nacional de Educación cubano aplica la coeducación lo que, sin dudas, representa una posición social de avanzada, en cuanto favorece el tratamiento de la igualdad de derechos entre el hombre y la mujer.
Los círculos infantiles, para los niños de edad preescolar creados en todo el territorio nacional, constituyen una de las instituciones más apreciadas por la sociedad cubana, a ellos asisten esencialmente los hijos de las mujeres trabajadoras. Por el carácter propedéutico de estos centros tienen gran importancia para la posterior inserción exitosa de los niños en el sistema escolar. También con este objetivo, se desarrolla el programa Educa a tu Hijo, que por vía no institucional promueve la participación conjunta de las familias y agentes educativos comunitarios. En este nivel educacional se destaca la labor desarrollada por la Federación de Mujeres Cubanas desde los años iniciales.
Cuba, como Estado Parte de la Convención de los Derechos del Niño, tiene legislado el derecho a la educación gratuita en todos los subsistemas del Sistema Nacional de Educación, incluido el nivel universitario, de modo que el educando puede integrarse en condiciones de igualdad de oportunidades a la sociedad, o sea, responde al concepto de la “educación para todos y para toda la vida”. La red educacional que tiene el país comprende más de doce mil centros y llega hasta los lugares más recónditos.
Se ofrece educación especializada en correspondencia con las necesidades que puedan presentar algunos niños con respecto a problemas de visión, audición y trastorno físico- motor, entre otros; varios de los centros que desarrollan las especialidades mencionadas han obtenido reconocimientos de instituciones internacionales, por la labor que realizan, entre ellos: “Abel Santamaría”, “René Vilches” y “Solidaridad con Panamá” 14 de junio. Para atender aquellos casos de niños imposibilitados de asistir se le asigna un maestro en el hogar. A la vez, a los niños que están hospitalizados por períodos largos tienen un docente que atiende los objetivos educacionales correspondientes a su nivel.
Existen diversas opciones para la educación técnica y profesional a la que tienen acceso egresados de noveno grado. Además, los niños y jóvenes que muestran aptitudes y talento para el arte o el deporte, tienen la oportunidad de asistir a centros de formación en las diferentes ramas del arte, mientras que en las escuelas deportivas se forman atletas en los principales deportes olímpicos.
Los estudiantes que sobresalen en el nivel medio, por su talento, obtención de premios en concursos y vocación pedagógica, tienen derecho, por su índice académico, a continuar sus estudios en institutos preuniversitarios vocacionales de ciencias exactas o escuelas pedagógicas. En estos centros reciben una preparación especializada, que les permite optar, con mayor éxito, por las carreras universitarias de su preferencia, las que se otorgan por escalafón académico.
Cuba es considerada como paradigma de sostenido y ascendente desarrollo educacional, por la calidad de los servicios de la escuela. Este criterio, repetidas veces constatado por la UNESCO y otras instituciones internacionales, lo avalan los resultados de concursos de conocimientos de estudiantes y los dictámenes de los Laboratorios de la Calidad (LLECE), entre otros.
También influyen, por su impacto en los servicios educacionales para la niñez y juventud, la excelencia de los sistemas de formación pedagógica y la actividad investigativa de los educadores, que se divulga en cónclaves científicos internacionales, como los de Pedagogía y Universidad, eventos insignias, al que asisten por su prestigio y aportes científicos educadores de todo el mundo. Sobre estos eventos, Fidel Castro expresó que estos congresos son más necesarios que nunca porque forman parte de una lucha por la educación.
Desde hace varios años se ha incorporado en los planes de estudio de todos los subsistemas la enseñanza de la computación y el uso de las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC), desde el nivel preescolar hasta el universitario, aunque debe señalarse que su utilización se ve afectada por las restricciones que impone el bloqueo económico de los EEUU a Cuba para la adquisición de nuevos equipos e insumos que permitan su reposición y funcionamiento estable.
Sin dudas, el bloqueo económico, financiero y comercial de EEUU sobre Cuba, eufemísticamente llamado embargo, origina las mayores afectaciones para el aseguramiento del sistema educacional cubano, por la carencia de insumos para laboratorios, las escuelas de arte, y falta de instrumentos musicales e implementos deportivos, entre otros, que se suplen gracias a la inventiva creadora de los técnicos y los docentes.
Tal como enuncia la Convención, los niños deben prepararse para su inserción responsable en una sociedad libre. Se trata de que los educandos conozcan sus derechos y deberes para con la patria, con sus tradiciones, su idioma y familia, entre otros importantes valores como la amistad y la solidaridad. Nuestros planes de estudio, los textos y las actividades curriculares y extracurriculares atienden de forma priorizada este objetivo, clave para la formación de las futuras generaciones.
Muy variadas y creativas son las actividades que se realizan en cada aula y en la comunidad para inculcar valores que defendemos junto a los contenidos curriculares. La televisión educativa tiene un papel esencial para estos fines. Por citar algunos ejemplos, baste referirse a la participación de niños y jóvenes en campañas de higienización y protección del medio ambiente en la comunidad, el papel que desempeñan los niños como custodios de las urnas en las elecciones generales del país, el cuidado del huerto escolar, la exposición oral y escrita de trabajos investigativos y el uso de la computación, entre otros, adecuados al nivel de enseñanza que cursan los educandos.
Por la necesidad de que la familia se incorpore activa y conscientemente a la labor formadora de la escuela se promueve la realización de las Escuelas de Educación Familiar que constituyen espacios en los que se brinda a los padres información y asesoramiento sobre la educación de sus hijos.
Es importante destacar la influencia de las organizaciones estudiantiles (Organización de Pioneros José Martí y Federación de Estudiantes de la Enseñanza Media) para el ejercicio de los niños y jóvenes, como futuros sujetos sociales, plenos de derechos. En las actividades de estas organizaciones se fomenta la libre expresión de las opiniones personales, se ejercita el espíritu crítico y autocrítico, el sentido de la responsabilidad, de la disciplina y el respeto a las opiniones ajenas, entre otras.
También en Cuba se trabaja por lograr que la escuela sea el centro cultural más importante de la comunidad, lo cual implica tener una escuela organizada, con disciplina, maestros bien preparados que desarrollen clases con calidad, cuyos estudiantes tengan un comportamiento adecuado dentro y fuera de esta.
Las acciones reseñadas muestran que en la conciencia de la sociedad existe una sólida e irrenunciable representación de la educación como derecho inalienable de la niñez. Ninguna familia cubana concibe la formación integral de sus hijos, sin la influencia y segura contribución de la educación institucional; son los maestros los que tienen la mayor responsabilidad en estos propósitos, de ahí el interés del país por elevar cada vez más su nivel, existen resultados en el orden científico que así lo demuestran, tal es el alto número de másteres y doctores, muchos de ellos en las aulas, no solo en el nivel universitario.
Los ministerios de Educación y Educación Superior, rectoran metodológicamente el Sistema Nacional de Educación cubano, que incorpora la colaboración coherente de otros organismos y entidades. Con la integración a los objetivos de la educación cubana de los ministerios de Cultura, de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, el Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación y el de Radio y Televisión, así como de las organizaciones estudiantiles, juveniles y de otras no gubernamentales, se modela la impresionante sinergia que sustenta el proyecto educativo de la nación cubana, que se esfuerza en cultivar el más enriquecedor de los derechos de los niños: la educación.
Se comprende que la ambiciosa y elevada misión social de los servicios educacionales cubanos en la formación de las generaciones que construirán una sociedad socialista próspera y sostenible es, indiscutiblemente, obra de muchos factores, en primer lugar de los educadores. Altamente significativo es el respecto a los derechos de los niños y las niñas, la voluntad gubernamental de otorgar la mayor asignación del presupuesto nacional del país tanto a la educación como a la salud, cuyos organismos se complementan en determinadas áreas. Esta integración posibilita una niñez saludable, apta para asimilar el derecho a una educación de calidad.
Bibliografía:
- Castro Ruz, Fidel. Discurso de clausura en el Congreso Pedagogía. La Habana. 1999.
- Castro Ruz, Fidel Nada más importante…
- Constitución de la República de Cuba. Ediciones Pontón Caribe. La Habana. 2005.
- Diez preguntas para hablar de derechos con niñas y niños… y respuestas para cubanas y cubanos de todas las edades. Publicaciones Acuario. Centro Félix Varela. 2012.
- Early childhood development in Cuba. United Nations Children’s Fund (UNICEF), Cuba Country Office, February 2016.
- Martí Pérez, José. Obras completas. Editorial de Ciencias Sociales.1975. Tomos 2 y 19.
- Pérez Morán, Margarita. La formación de una cultura del derecho del niño en el profesional de la educación preescolar cubana. Tesis en opción al grado científico de Dr. en Ciencias Pedagógicas. Instituto Superior Pedagógico Enrique José Varona. La Habana. 2008.
- Valdés Galarraga, Ramiro. Diccionario del pensamiento martiano. Editorial de Ciencias Sociales. La Habana. 2002.
[1] José Martí, Obras completas, t. .., p…
[2] José Martí, Obras completas, t. 19, p .375.